Cosecha, del tipo de tercera densidad

▶ Escuchar

Nuestra particular tercera densidad consiste en tres ciclos mayores de aproximadamente 25.000 años cada uno, que juntos forman un ciclo maestro de 75 a 76.000 años. La cosecha, o graduación, se abre para la entidad de tercera densidad al cierre de cada uno de los tres ciclos.

Para completar la cosecha de tercera densidad y graduarse hacia la cuarta densidad de amor y comprensión, el individuo debe hacer La Elección: debe inclinar su conciencia (polarizarse) en la dirección del servicio a los demás o del servicio a sí mismo. Esta polarización es discernible como un nivel vibratorio, requiriéndose un 51% de servicio a los demás para la graduación positiva, y un 95% de servicio a sí mismo para la graduación negativa.

Al cierre de los dos primeros ciclos mayores (25.000 y 50.000 años), los individuos que han hecho con éxito esta Elección son cosechados y se les ofrece la oportunidad de pasar a la siguiente etapa evolutiva: la cuarta densidad. El resto de la población de tercera densidad que no se ha polarizado con éxito permanece, continuando su labor de hacer (o no hacer) La Elección.

Al completarse el ciclo maestro de aproximadamente 75.000 años, el planeta deja de estar disponible para la experiencia de tercera densidad durante un tiempo, ya que el planeta mismo se convierte en un planeta de cuarta densidad. De este modo, todas las entidades de tercera densidad dentro de ese sistema planetario son cosechadas, independientemente de su progreso. En ese momento, aquellos que han elegido el servicio a los demás pasarán a un entorno positivo de cuarta densidad; aquellos que han elegido el servicio a sí mismos pasarán a un entorno negativo de cuarta densidad; y aquellos que no han hecho la Elección repetirán la tercera densidad en otro lugar.

En el momento de la cosecha, se levanta el velo. La luz original se revela. El ser, ya sin forma física, queda desnudo ante la infinidad inteligente. Este momento evalúa la preparación del ser para ser cosechado. Si la entidad está suficientemente equilibrada, polarizada e integrada, puede recibir y sostener el impacto del amor y la luz de la infinidad inteligente. A partir de ahí, la entidad puede descansar en un entorno que sea el más cómodo y apropiado para su progreso, ya sea un regreso a la tercera densidad para una nueva oportunidad de hacer La Elección, o una graduación a la cuarta densidad.

Entre las cosechas planetarias de tercera densidad en todo el universo, aproximadamente el 10 % son completamente negativas, aproximadamente el 60 % son completamente positivas y aproximadamente el 30 % son mixtas, siendo la gran mayoría de las entidades en la cosecha mixta de naturaleza positiva. En caso de una cosecha mixta, casi siempre hay desarmonía y, por lo tanto, se presenta un catalizador adicional, incluyendo lo que en este planeta llamamos “cambios terrestres”.

Prácticamente todos en la población de tercera densidad eventualmente se graduarán de esta densidad y avanzarán mediante el mecanismo programado de la cosecha al cierre de uno de los ciclos; aunque, como en el caso de los grupos encarnados en este planeta, esto puede requerir múltiples, incluso muchos ciclos maestros. Sin embargo, aquellas entidades raras que logran penetrar lo que Ra llama el octavo nivel o nivel de la infinita inteligencia pueden optar por pasar por la cosecha y abandonar el plano de tercera densidad en el momento que elijan.

Interrogador: Las personas de este planeta, ya sea que sigan alguna religión o no sigan ninguna, o que no tengan conocimiento intelectual de la Ley del Uno o de absolutamente nada, aún pueden ser cosechadas hacia la cuarta densidad si están en esa vibración. ¿No es así?

Ra: Yo soy Ra. Esto es correcto. Sin embargo, encontrarás pocos que sean cosechables cuya radiancia no haga que otros sean conscientes de lo que ustedes podrían llamar su espiritualidad, es decir, la cualidad de la distorsión del complejo mente/cuerpo/espíritu. Por lo tanto, no es particularmente probable que una entidad pase completamente desapercibida por sus allegados como una personalidad inusualmente radiante, incluso si esta persona no está involucrada en ninguna de las distorsiones de sus llamados sistemas religiosos.