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Cómo Encontrar Tus Dones

Q’uo, 22 de octubre de 1989

Yo soy Q’uo. Los saludo en el amor y en la luz del Único Creador Infinito. Es un gran privilegio compartir en este círculo de meditación y búsqueda, y ver los corazones sinceros de aquellos que desean expresar su unidad con todo lo que existe en la propia vida que llevan.

La tercera densidad no es una densidad en la que la sabiduría tenga un papel importante. Es una necedad humana creer que existe sabiduría en la tercera densidad, y así se puede ver el ideal de la justicia como un ideal ético y filosófico que no toma en cuenta ni la naturaleza de la ilusión, ni el propósito de la ilusión, ni a aquellas entidades que han alcanzado la autoconciencia dentro de la ilusión de la tercera densidad. En un sentido real, hay poca justicia observable, pues el plan que cada uno ha creado antes de la vida terrenal a menudo incluye deliberadamente circunstancias difíciles, injustas y dolorosas; y cuanto más espiritualmente ambiciosa es una entidad, más difíciles serán las lecciones que esa entidad vino a manifestar.

Esto es especialmente cierto en la relación de pareja y en la crianza de los hijos. No existe un servicio mayor ni más sacrificado que el de criar almas jóvenes, intentando ofrecerles a esas almas información que sirva no solo para desenvolverse en el mundo cotidiano, sino también para volverse conscientes de la eternidad, para darse cuenta de que los llamados seres humanos tienen un contexto al cual pertenecen. No son el principio y el fin de la evolución. La evolución avanza constantemente, y el progreso, después de la tercera densidad, es completamente espiritual. Dentro de esta densidad aún se necesita más de la personalidad para poder lidiar con las pesadas vibraciones químicas. Cada vez más se verán a sí mismos como un descubrimiento espiritual, encontrando y refinando esa verdad que está dentro de ustedes hasta volverse conscientes de su verdadera naturaleza.

Quizás el mayor servicio espiritual que puedan realizar sea centrarse, meditar y pensar en el Creador con amor, gratitud y emoción, de una manera pura e interior; no dejando que sus oraciones floten hacia los cuatro rincones de la habitación en la que se encuentran para que otras entidades las escuchen, sino más bien entrando en ese cuarto interior y escuchando en silencio, esperando la presencia del Infinito.

La dificultad para quienes viven dentro de su cultura es que las personas identifican el servicio a los demás con ciertas habilidades específicas, que nosotros llamaríamos habilidades dramáticas, como la canalización vocal o la sanación. En nuestra opinión, cada entidad que ha encarnado en este momento en la Tierra tiene un servicio hermoso, amoroso y correcto que cumplir, planeado de antemano, diseñado de tal manera que uno pueda ser continuamente mecido y sacudido por los vientos del cambio que acompañan a la realización. Esto es cierto tanto si el servicio es el mayor de todos —el de saber quién eres y vibrar conscientemente en ese conocimiento— como si se trata de un servicio no dramático. Esto es lo que confunde a su gente: la idea de que algunos servicios son mayores que otros. Esto solo es cierto en la medida en que algunos deseos de servir son más puros que otros. No importa lo que esté frente a ti. Lo que está frente a ti es tu servicio. Si puedes permitirte fluir intuitivamente en el río de la conciencia, tú mismo sabrás decirte: «Sí, deseo hacer esto» o «No, no deseo hacer aquello».

Por lo tanto, sugerimos que, para descubrir los propios dones, se hagan varias cosas. En primer lugar, si uno tiene cierta edad y ha tenido muchas experiencias, se vuelve mucho más fácil mirar hacia atrás en la encarnación y observar el patrón de lecciones que deben ser aprendidas. Un tipo de lección se repetirá una y otra vez hasta que la hayas dominado y equilibrado.

Cada individuo atraviesa un proceso a lo largo de la vida de aceptar lo inaceptable, de perdonar lo imperdonable, de amar a lo no amado, de consolar a los inconsolables, de perdonar a quien ha cometido un error, incluso cuando ese error te ha costado mucho.

No parece ser un servicio el ser padre, o el sostén económico, o cualquiera de las otras innumerables formas no dramáticas de vivir posibles. Lo que distingue al buscador espiritual de aquel que simplemente vive en el mundo mundano sin cuestionarse la eternidad es la realización del momento presente como eternidad, ese ideal que dice: “Puedo pasar tiempo con el Uno Infinito; puedo sentir Su amor y Su luz. Estas experiencias son significativas para mí”. Esto crea una atmósfera interna de confianza, de modo que uno pueda relajarse gradualmente y permitir que el ritmo de la vida, tal como lo has planificado, te sobrepase.

No es apropiado orar y afirmar en un intento de controlar la vida, porque lo que está en la superficie de tu mente es como la punta del iceberg, y aquellas cosas que están más profundas tardan en expresarse a través de los sueños, visiones, o realizaciones instantáneas después de diez años de trabajo. Algunas entidades se mueven rápidamente, otras más lenta y seguramente. Todo lo que sugerimos a cada uno es que permanezca dentro de la integridad del yo, sintiendo la individualidad del yo, percibiendo la discriminación y los procesos de pensamiento del yo, de modo que, al escuchar toda la vida—ya sea el reporte del clima, una sinfonía o un canal como este—uno esté escuchando con un oído para orar por los perdidos, regocijarse con los alegres, dar gracias por aquellos que han recibido bendiciones y consolar a los desdichados.

Cualquier forma de amarse unos a otros es una acción que expresa lo que ustedes llamarían la conciencia de Cristo, aquello que está profundamente enterrado dentro de ustedes, con lo que están, hasta cierto punto, familiarizados, pero, quizás más puntualmente, la capacidad de amar sin medida, de dar sin pensar, de gastar toda la energía, el tiempo, el talento y lo que ustedes llaman dinero, con la vida espiritual como centro de la mente.

Encontramos que es desafortunado que muchas entidades en un camino espiritual que no incluye la religión ortodoxa tiendan a desear ser de este o aquel servicio en lugar de permitir que el servicio llegue a ellas. Llegará; ha sido planeado. Puede que no parezca dramático, grande o importante, pero un plato lavado por el amor al Uno Infinito Creador es un plato lavado en un baño de amor además de jabón y agua, y ese amor irradia y aligera la conciencia del planeta. Este es uno de sus mayores servicios, y lo hacen dentro del ser no manifestado, sin que nadie lo sepa, sin drama y sin anuncio de haberlo hecho. Y dentro de cada situación, sin importar cuán poco prometedora parezca, yace aquello que puede ser un conocimiento cierto, una esperanza determinada en lo invisible, de que la situación frente a sus ojos es exactamente lo que debe ser y, dolorosa o maravillosa, les está dando lo que necesitan para recibir y trabajar como catalizador en este momento.

Cada uno en este planeta en este momento ha tenido una mano en crear el patrón de vida. Una vez que uno ha descubierto la lección que se ha impuesto a sí mismo, se vuelve más fácil ver momento tras momento, y detalle tras detalle, cómo toman un aura de lo espiritual al buscar dentro de tales situaciones una manera de manifestar amor donde no hay amor, luz donde no hay luz, y unión donde antes había discordia.

Quizás el segundo mayor servicio en su planeta en este momento, o en cualquier momento en la tercera densidad, es la responsabilidad de criar jóvenes almas que saben y buscan la verdad con voces infantiles y alegres chillidos de risa. Este servicio en particular es visto con desprecio por la mayoría como el destino de quien es demasiado perezoso para trabajar. Encontramos el concepto absurdo, ya que los niños y un hogar requieren mucho trabajo. No hay jefe; no hay juez; solo está el padre intentando ser de servicio al joven. Y podemos decir que, en nuestra opinión, lo más útil espiritualmente en el servicio de criar hijos, para los hijos, es llevarlos a algún grupo religioso organizado para interactuar con personas de su misma edad y con maestros, o, y esto es sin duda preferible para muchos, crear un servicio de adoración dentro del hogar que se realice diariamente y sin comentarios. No se pone énfasis en tal disciplina espiritual para que no sea percibida por los niños pequeños como esa presión o exageración que protesta demasiado. Felices son los padres que están asentados en paz juntos y que pueden sentarse en meditación o en cualquier forma de práctica espiritual que deseen, cada día por un corto tiempo. Esto se mueve al subconsciente del niño como aquello que es, y en nuestra opinión, esta es la verdad de lo que es; es decir, que el Creador está dentro de todo.

Es imposible no servir si uno ama al Creador mientras realiza el servicio. En este momento, su planeta está muy polarizado. Las entidades muy positivas contemplan el caos creado por las muy negativas, y las entidades negativas miran de vuelta a aquellos que se están polarizando hacia lo positivo y ven lo que este instrumento llamaría “ingenuos”. Por lo tanto, exhortamos a cada uno a permitir que las cosas ocurran como ocurren, y a reflexionarlas, meditarlas, e incluso analizarlas si se tiene una mente analítica, al final de cada día, para así mantenerse claro, confiado y sereno, centrado en el amor y la luz del Único Creador Infinito. No conocemos otra forma de explicarles la diferencia entre su visión del servicio y la nuestra más que decirles que, para nosotros, no hay vida alguna que no sea potencialmente una vida de servicio, si las cosas que en ella se hacen son realizadas con amor al Único Creador Infinito.

Serán heridos, quebrantados, humillados y derrotados en el curso de una vida de fe. Actuar por una razón ideal, enfocar la atención en el Creador que es invisible en lugar de en todos los fenómenos, aparatos y diversiones tan encantadores en la superficie de la vida en su densidad, va directamente en contra de la cultura en la que viven. Sean conscientes de que incluso en esas situaciones pueden elegir servir moviéndose constantemente en una conciencia del amor y la luz del Único Creador Infinito. Pero también, y por encima de todo, sean conscientes, les pedimos a cada uno, de que el servicio no dramático es tan vital como el servicio dramático, así como la boca de un ser pronuncia muchas palabras, pero no podría funcionar sin cada uno de los otros órganos del vehículo físico, los cuales deben mantenerse en cierto equilibrio para que uno pueda manifestar cualquier don en absoluto.

Podemos decir que hay una cosa que no aconsejaríamos al intentar servir y encontrar el propio lugar, y es intentar controlar el proceso. La mente consciente contiene muy poco en comparación con la mente inconsciente, en la cual se hallan las raíces de la mente y del propio Creador, cubiertas una y otra vez por distorsiones, pero que, no obstante, están allí, perfectas e íntegras: la verdadera naturaleza de cada uno.

Ahora bien, sugerimos que simplemente practiquen la presencia mientras se desenvuelven en las actividades cotidianas, sin reprenderse cada vez que se den cuenta de que no han pensado en el Creador por horas, sino simplemente volviendo, una y otra vez, a Su sencillo ideal: el deseo del amor del Creador Infinito, amar a los demás. Casi cualquier situación que parece difícil implica una falta o pérdida de amor. Los corazones que no están abiertos al amor y la luz del Creador Infinito pueden volverse mezquinos y ruines, hirientes y crueles, todo en nombre del servicio. Es mejor no hacer nada más que sentarse en un lugar y enviar amor, que estar activo y confundido, siendo a la vez algo negativo y algo positivo por el deseo de controlar lo que sucede. Porque en el deseo de ayudar a alguien, es necesario reconocer que uno debe detenerse internamente y admitir que no sabe todo lo que hay que saber sobre el servicio hacia esa entidad, que necesitará inspiración e intuición, de modo que pueda recurrir a esos recursos profundos del ser, que muchos llaman el Ser Superior, el Espíritu Santo, el ángel guardián o el maestro de los planos internos. Todos estos tipos de entidades existen; la diferencia entre ellas es solo la del plano externo de tercera densidad y el plano interno de tercera densidad. Aquellos del plano externo pueden provenir de otros planos y lugares, mientras que los del plano interno deben, en algún momento, haber estado encarnados en esta esfera en particular.

Por lo tanto, sean conscientes, les pedimos, de que brindan un inmenso servicio simplemente a través de su conciencia, por su amor a la luz del sol y a las sombras moteadas de los árboles otoñales, por su amor a la inmensidad del universo y su misterio numinoso, por ver la vida misma como algo sagrado, una bendición que, muchas veces, parece una bendición sumamente incómoda e inconveniente. Ahora bien, ¿cómo alcanzar ese punto de fe en el que se rehúsa aceptar la idea de no estar sirviendo y simplemente se continúa sirviendo? Como este instrumento ha dicho muchas veces debido a su propia experiencia con la inteligencia, el intelecto tiene muy poca ayuda que ofrecer al buscador espiritual, pues aquellas verdades que serán útiles para uno serán reconocidas desde dentro como verdades personales.

Por tanto, instamos a cada uno, al escucharnos a nosotros o a cualquier otro ser de orientación espiritual, a discernir cuidadosamente, no en términos intelectuales de lo correcto o lo incorrecto y demás, sino en términos del sentimiento intuitivo de reconocimiento o no reconocimiento de la verdad. Cada uno tiene un camino diferente. Lo que es común a todos los caminos en la tercera densidad es que están aprendiendo a amar y a ser amados. Esta es la base de un complejo de memoria social, que será su próxima lección; es decir, ver todo lo que existe en cada mente, y en cada mente está la mente del asesino, del violador, del ladrón, del revolucionario, del déspota, y aun así aceptar al yo y a los demás por la naturaleza que se les ha dado, para que puedan realizar sus elecciones con libre albedrío.

Es muy importante que existan la negatividad y las experiencias difíciles, para que uno pueda aprender la humildad de aquel que permite, observa y luego actúa, en lugar de reaccionar. Tomar la vida en las propias manos no significa tomar el control de lo que uno desea mediante afirmaciones y oraciones incesantes. Más bien, significa reconocer que el plan ya ha sido establecido. Es el mejor patrón que tú y tu Ser Superior pudieron crear para ti, y todo lo que necesitas hacer esta vez es permitirte estar en el camino en el que te encuentras, manteniendo los ojos abiertos, observando tus sentimientos y encontrando maneras de manifestar amor: la sonrisa en la calle, la palabra amable a un desconocido.

Yo soy Q’uo, y estoy profundamente agradecido de haber podido hablar esta noche con este grupo. Sentimos gran alegría al unir nuestras vibraciones con las suyas, pues encontramos que las preguntas de este grupo no solo son reflexivas e interesantes, sino que provienen de las más profundas inquietudes y deseos de conocer más sobre el yo, para que el yo pueda ofrecerse como una sincera ofrenda al Único Creador. Dejaremos a este instrumento y a este grupo en este momento, dejándolos, como siempre, en el amor y en la luz del Único Creador Infinito. Somos conocidos por ustedes como aquellos de Q’uo. Adonai, amigos míos. Adonai.