Confederación

23 de Marzo de 1974

Soy Hatonn. Los saludo, mis amigos, en el amor y en la luz de nuestro infinito Creador. Es mi privilegio estar con ustedes esta noche. Nosotros, de la Confederación de Planetas al Servicio del Creador Infinito, siempre consideramos un privilegio poder hablar con aquellos en la superficie de su planeta que desean comprensión. Este es nuestro servicio a los pueblos de la Tierra.

Y, sin embargo, este servicio es indirecto. Es, mis amigos, la comprensión lo que sentimos como la mercancía más valiosa que podemos ofrecerles. Nuestra comprensión nos ha permitido hacer algunas cosas que aquellos en la superficie del planeta en el que ahora viven no disfrutan. Podemos comprender cosas milagrosas, que no son milagrosas en absoluto para nosotros, y que podemos prometer a cualquiera que desee buscar que no son milagros, sino que pueden llegar a ser cosas naturales. ¿Y cómo hacemos esto? Indirectamente, mis amigos. Deseamos ofrecer una forma de comprensión; no deseamos insistir ni convencer.

Hemos sugerido que el camino hacia la comprensión es la meditación. Mis amigos, esta sugerencia, de una forma u otra, ha estado ante los pueblos de su planeta muchas, muchas veces en el pasado. El gran maestro, conocido por su gente como Jesús, comprendió la verdad de la búsqueda espiritual y demostró en su vida diaria la búsqueda espiritual de la que hablamos.

Aquellos de ustedes que lo han deseado están recibiendo condicionamiento, y estaremos con ustedes en cualquier momento para ayudarlos en lo que podamos. Nuestro don y nuestro servicio para ustedes es simplemente nuestra comprensión de la verdad. Nosotros aún estamos buscando. No somos la autoridad suprema, ni insistiríamos jamás en que alguien escuche lo que tenemos que decir si otro modo de pensar le pareciera más provechoso. Así que, mis amigos, la comprensión es posible solo para una persona a la vez. Cada persona es completamente libre en cualquier momento de elegir. Por eso somos indirectos. Podemos decirles cosas para que las consideren en la privacidad de sus propios pensamientos, y lo que elijan hacer es completamente decisión suya.

Así debe ser, mis amigos. ¿Y cuál es nuestra comprensión? Nuestra comprensión, mis amigos, de esta ilusión —que se toma como la vida física en su planeta— es que consiste en un camino, en una senda que debe seguirse, y en lecciones que deben aprenderse. Hay tantos caminos como personas, mis amigos, y no existen lecciones establecidas. Pero después de que se han enfrentado muchas lecciones, mis amigos, llega un momento en que todas las lecciones cambian a un conjunto diferente. Y aquellos que están listos para el cambio continúan hacia un nuevo conjunto de lecciones.

Es nuestra comprensión, mis amigos, que el planeta conocido como la Tierra se aproxima al final de uno de estos conjuntos de lecciones. Y así, la graduación está cercana para algunos y no para otros. Y hay muchas personas equilibradas muy delicadamente entre avanzar o repetir estas lecciones durante otro ciclo o período. Es nuestro deseo, mis amigos, ayudar a aquellos que están casi listos para graduarse.

En su graduación, hemos tenido cierto éxito en el pasado al brindar este servicio a otros pueblos en otros lugares y tiempos. Tenemos la esperanza de hacer lo mismo aquí. Este es nuestro ferviente deseo, pues en nuestro servicio hacia ustedes reside también nuestro servicio hacia nosotros mismos. Es sirviéndolos a ustedes que podemos progresar en nuestro propio camino espiritual. Nuestra única esperanza es poder ayudarlos en todo lo que nos sea posible.

En este momento, intentaré condicionar a aquellos de ustedes que lo deseen, si se disponen a aceptar mi contacto.

Soy Hatonn. Estoy nuevamente con este instrumento. Los dejaré por ahora, mis amigos. Los dejo en el amor y en la luz de nuestro infinito Creador. Busquen la comprensión, mis amigos. Busquen a través de la meditación y procuren comprender que hubo una razón por la cual el maestro conocido como Jesús se retiraba de vez en cuando a un lugar donde había silencio. Había algo que él buscaba. Busquen el silencio, donde les espera una gran comprensión.

Los dejo ahora, pero estaré con ustedes en cualquier momento en que deseen mi contacto. Adonai, mis amigos. Adonai.