Magia

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Ra definió la capacidad mágica como “la habilidad de usar lo que se llama el inconsciente.” Encontraron aceptable la definición de Don sobre magia: “la habilidad de crear cambios en la conciencia a voluntad.”

La magia es la labor del adepto; es una conexión sacramental emprendida en el nivel de la puerta de acceso, o rayo índigo, que se alimenta de las disciplinas de la personalidad. A través de la magia, pueden lograrse acciones en el plano material que podrían considerarse milagrosas porque exceden las limitaciones conocidas de la ilusión.

La conciencia en sí misma es la herramienta y el medio principal de la magia, aunque normalmente se facilita mediante una preparación cuidadosa y el ritual. Aquellas labores que portan una carga mágica están trabajando con poder metafísico.

Ra: El principio detrás de cualquier ritual de naturaleza mágica blanca es configurar de tal manera los estímulos que descienden hacia el tronco de la mente, que este ordenamiento provoque la generación de una emoción disciplinada y purificada, o amor, que entonces pueda ser tanto protección como la llave hacia la puerta del infinito inteligente.

Ra: El corazón de la magia blanca \[el uso positivo de la magia] es la experiencia del gozo de la unión con el Creador. Este gozo, necesariamente, irradiará a lo largo de la experiencia vital del adepto positivo.

Ra: No hay magia mayor que la distorsión honesta hacia el amor.