Tentaciones para los canales
Q’uo, 2 de diciembre de 1990
Pregunta del grupo: ¿Qué sucede, desde el punto de vista metafísico, cuando un canal y el grupo de apoyo comienzan a recibir un contacto positivo, de servicio a otros? ¿Qué ocurre en cuanto a la atracción de tentaciones negativas, de servicio a sí mismo, y por qué tantos grupos terminan con una mezcla tan extraña de información?
Yo soy Q’uo, y los saludo en el amor y en la luz del Único Creador Infinito, cuyo nombre, aunque siempre no pronunciado y no revelado en su naturaleza, es la fuente y el fin de todo lo que es, todo lo que ha sido y todo lo que será. Hemos hecho una concesión importante a este instrumento, pues ha solicitado repetidamente que nos asignemos más que el nombre que hemos dado, y en efecto, menos. Porque este instrumento no está buscando ni explorando nuevos modelos. Este instrumento es provincial y arcaico, y solicita que usemos el término “ángeles” al saludarlos. Esto aumenta su capacidad de canalizar y ayuda a cada uno de nosotros en la polarización del otro. Hemos encontrado en este instrumento ninguna mancha de sesgo personal en la adoración al Creador, sino solo en el uso del mito para enfocarse en el misterio. En consecuencia, podemos decirles que somos de la Confederación de Ángeles y Planetas al Servicio del Único Creador Infinito. Y así intentaremos dirigirnos a este instrumento, pero no les pedimos que acepten ni nuestro estatus angélico ni nuestro estatus extraterrestre. No nos importa. Piensen que somos producto únicamente de la mente de este instrumento. Eso nos satisfaría, y también satisfaría a este instrumento.
Y así avanzamos, con la esperanza de no romper el pensamiento continuo, hacia la pregunta que han hecho esta noche. La primera tentación para un canal es la tentación de canalizar antes de la creación de un camino mítico que uno considere personalmente sagrado, con esfuerzo vital. Porque todos ustedes se esfuerzan, envejecen y mueren en sus sentidos y en su vehículo físico. Sin embargo, solo aquellos que saben por qué viven, y por quién o por qué principio imperecedero morirían, permanecen firmes ante toda tentación, todo engaño, toda ira, todo rencor y toda emoción humana que arranca la polaridad positiva del alma del ministro de la Palabra. Es esencial, para lograr y mantener un contacto que tenga integridad de por vida, o cualquier duración en una base estable, que el instrumento sea un instrumento que sea un defensor del misterio y que ya no esté luchando terriblemente con el porqué.
Aquellos que deben navegar son marineros, y otros harían bien en permanecer en tierra. Aquellos que deseen utilizar contactos espirituales como este con pureza a lo largo del tiempo deben practicar continuamente aquello en lo que se enfocan como su camino mítico, desde el pasado, el presente y el futuro hacia la eternidad sin tiempo, la inmensidad sin espacio del Uno. La importancia de esto no puede ser exagerada. No nos importa en qué fin elijan hacer su posición. Solo nos importa que hayan elegido, y que su elección haya sido hecha en completa ceguera. Nunca, jamás, tomen una decisión basada en el camino o la verdad de otra persona, pues todos los caminos conducen a un solo lugar si son eficaces. Y uno que ustedes creen, conociéndose a sí mismos, logrará —si hay adoración, devoción y purificación de la emoción— el mismo fin que el mito bastante prolífico, multiforme y ampliamente histórico de este instrumento. En efecto, este instrumento no sostiene lo que muchos cristianos llamarían el mito cristiano, ya que muchos cristianos no se dan cuenta de que los mitos son creados por quienes conocen su importancia, y que Jesús el Cristo pretendía siempre, desde el comienzo de su ministerio, no crear comprensión, sino confusión, desafío y misterio.
¿Y acaso algún camino espiritual verdadero, probado como eficaz por muchos, ofrece alguna vez prueba, o especificidad, o alguna afirmación de conocer lo que yace más allá del velo de la deidad? ¿Quién afirma conocer al Creador de otra forma que no sea por la experiencia? A ese obsérvenlo con cuidado, pues hay un sesgo personal; hay un límite; hay una intolerancia. Qué grande es la diferencia entre aquellos que tienen la religión del miedo y aquellos que tienen la religión llamada amor. Eso no es religión, sino la vida misma.
Dado que el instrumento está preparado y se ha dedicado a un ministerio en el que sabe de antemano que será despojado de gran parte de su humanidad a medida que adquiere experiencia en el gozo y renuncia al encanto de la felicidad, entonces ese instrumento puede escuchar más. Pero imaginamos que muchos se detendrían justo ahora y dirían: “Quizás tengo trabajo por hacer. Tal vez tengo un yo que examinar, una elección de vida que hacer, y quizás hay demasiado en juego para que elija ahora, pues no sé adónde voy. Debo seguir avanzando porque no he encontrado mi camino a casa.” Que aquellos que buscan y aún sienten una dedicación al ministerio sigan adelante con fe ciega, pero no por ninguna otra razón que el sentimiento de vocación, el amor por las personas una por una, nunca por la humanidad en conjunto, sino por individuos como ustedes mismos. Ellos son quienes los escuchan, no la humanidad.
Esa es la primera y más grande tentación: pensar que pueden salvar el planeta. Mis amados, somos muchos aquí, en números que ustedes no podrían comprender. No hemos podido hacer nada excepto hablar con personas que están listas para despertar, y esta es la estación del año en la cual, aunque todo lo que crece en segunda densidad se ha replegado en la tierra para obtener sustento durante un largo sueño, ustedes, los humanos, anhelando la luz y el calor que parecen tan recordatorios del Creador, buscan con más ahínco y miran con más intensidad que nunca en busca de la verdad. Esta estación de oscuridad es el lugar perfecto para el inicio de la fe. No es posible ver, pero como uno no puede ver ni percibir de ningún modo la verdad del misterio, se necesita el corazón, la fuerza y la vida, y una dedicación al servicio en el nombre del amor.
Quienes no pueden soportar parecer tontos nunca podrán ofrecer a otros una descripción de tierra sagrada lo suficientemente provocativa como para crear un espacio de pensamiento en el que las personas puedan comenzar a sentir los conceptos que no podemos expresar con palabras. Los conceptos son útiles. En sí mismos, no otorgan comprensión en esta densidad. Así, cualquiera que llegue a ustedes con información específica que haya sido canalizada puede ser estudiado cuidadosamente en cuanto a la fuente de esa información y la historia del grupo. Porque no es propio de la Confederación pasar del papel de ayudante y consolador, del que ampara a los perdidos y errantes, a hablar de eventos específicos. ¿No sería eso infringir el libre albedrío de muchos sin motivo? ¿Hay alguna razón por la cual debamos interrumpir la armonía del Creador? Sí, así lo parece para quienes viven en la carne. Pero ya hay un tiempo de terribles dificultades en marcha, y dentro de su ilusión eso es así. Pero ¿no se ve claramente que es en las edades oscuras, en los tiempos sombríos, en las situaciones peligrosas, cuando uno recuerda su mortalidad y es más probable que piense en la posibilidad de que su vela no se apague cuando la carne deje de tener vida? Entonces el canal debe estar preparado, no para predecir seguridad para el cuerpo, sino seguridad para el alma.
Ahora, ¿por qué los instrumentos eligen ignorar nuestra simple negativa a responder desde un canal de la Confederación? Ustedes, que no son tan precisos en su terminología, llamarían a esto un problema de ego, pero dado que eso es solo un término de jerga usado por un sanador bastante parcial, no elegiríamos ese término. Elegimos simplemente ofrecer lo que podamos a esas palabras, “problema de ego”, que se especifican aún más con nuestra terminología como dificultades en los distintos centros de energía del cuerpo inferior. Eso es el ego: las energías inferiores bloqueadas, sobreactivas o desequilibradas u obstruidas. Solo ellas pueden detener el flujo completo de amor, energía, poder, iluminación, transformación y vitalidad hacia el corazón. Porque el corazón debe soportar la mayor parte de esta encarnación para cada uno de ustedes. En consecuencia, cualquier bloqueo del ego hará que un nuevo instrumento, o incluso uno con mucha experiencia, desee tener una respuesta para esta o aquella pregunta. O tal vez el canal mismo desea expresar un concepto, y cuando percibe una negativa de nuestra parte, decide que no haría daño, ya que es un buen consejo, ofrecerlo, aunque no esté en el flujo y no sea el siervo imparcial del amor.
Quienes realizan la mejor canalización hacen conocer sus requisitos al establecer la conexión, con esmero y dedicación, solo hacia aquello que llaman Maestro, hacia ese amor del cual son siervos y del que pueden sentirse orgullosos de serlo. No existe energía excepto la fe. Llámenla esperanza, o amor, o fe, o caridad. El corazón abierto es la protección contra este mecanismo de desintonización más evidente, que es la interferencia del propio canal.
Consideren sospechosa cualquier profecía, y muy sospechosa cualquier profecía que tenga que ver con su sistema numérico, pues siempre les hemos confesado la dificultad, cercana a la imposibilidad, de tratar con su geometría, aritmética y sistema de numeración locales. Son, en verdad, artefactos de la observación humana, bastante relativos y locales, como sin duda descubrirán cuando, y si, logran sondear las riquezas más profundas del espacio tal como lo perciben.
Piénsenlo. ¿Cuántos entre sus pueblos no están, de alguna manera, atados por el miedo o el apego a esta encarnación física? Es comprensible que las personas acudan a ustedes, los canales, con muchas preguntas, pues no saben por dónde comenzar. Cada cultura ha elegido, en su práctica religiosa, dividir y multiplicar tanto, que la unidad está tan lejos de estar presente incluso en un solo sistema religioso, que cada creencia compite con cada otro artefacto de humanidad y lógica, y todas caen al borde del camino en interminables disputas y divisiones. Nada podría agradar más a lo que este instrumento llamaría la oposición leal. Porque todo alejamiento de la unidad del no juicio conduce a divisiones en los procesos de pensamiento más básicas que un simple error causado por el sesgo.
La prueba es el segundo ámbito. En la prueba, aún no están siendo tentados. Simplemente se les ofrecen caminos difíciles y caminos que parecen fáciles. Cuídense del camino fácil, del camino que es elocuente, simple, corto e indoloro. Cuídense del fin de semana que cambiará su vida o del seminario que despertará su conciencia para siempre. Porque lo que buscan obtendrán, y deben estar preparados para asumir esa responsabilidad. Pues con cada honor viene una responsabilidad. Con cada aprendizaje viene la acción. Quien canaliza con dedicación y quietud de corazón es alguien que ha renunciado a mucho. Dejen que quienes son canales positivos les cuenten, individualmente, sus historias. Les aseguramos que no sentirán que han renunciado a nada. Ha fluido en sus vidas y fuera de ellas, y cuanto menos lo resistan, más fácil será.
El dolor siempre está presente para quien sigue lo que este instrumento llama el Cristo, y nos sentimos cómodos al llamarlo conciencia crística, pues no queremos ser tropiezo para nadie ni parecer blasfemos. Somos amantes del misterio y honramos a Jesús, este maestro que abrió las puertas de la percepción a la eternidad para cualquiera que elija tomar la cruz de la vida y vivirla como si fueran las tres últimas horas de su existencia. Ardan con ese fuego cada día, y verán las diversas formas en que la humanidad interior ha sido consumida, no para ser reemplazada por la indiferencia o la falta de percepción, de cuidado o de compasión, sino purificada en cierta medida, y capaz desde esa posición de tener al menos una idea de lo que se requiere para afinar el ser a su nivel más elevado posible. Es esta dedicación y esta comprensión lo que puede mantener a quienes desean canalizar con pureza fuera de la tentación. Pero cada nueva comprensión, cada nueva pieza hallada en la lucha interior entre la humanidad y la eternidad, será probada.
Si existe en alguno el deseo de parecer un mejor canal que otro, de parecer un estudiante más inteligente o avanzado que otro, de tener un nivel de comprensión superior, ¡ah!, esas cosas los vuelven presa fácil, pues no hay mensaje que haya llegado a su pueblo que no haya sido solicitado. Incluso aquellos de negatividad no pueden vender sus productos donde no hay compradores. Quienes no temen no comprarán el miedo. Dejen que quienes temen presten atención a los canales que han sido dominados por el miedo y están causando miedo. No decimos que este o aquel canal sea verdadero o falso en términos de esta ilusión. Solo decimos que esta ilusión es muy breve, y que ustedes no están atados a ella, excepto por elección. Vinieron aquí por elección. No se marchan por elección, sino por destino. No se mueven de un momento a otro, de un latido a otro, de una respiración a otra. Cooperan con el destino, o no lo hacen. Y al resistir, las fuerzas de la separación tientan y luego ponen a prueba la fe con la que comenzaron. Así que asegúrense de estar parados sobre una fe con la que puedan vivir, y si es necesario, por la que puedan morir, porque —y no lo decimos a la ligera— existe la tendencia de aquellos que son locos por amor a encontrar una forma de vivir y una forma de morir inusuales, de modo que se diga que tal persona dio su vida por amor, por el amor divino y sagrado. No hablamos solo de mártires, sino de todos aquellos que han vivido y muerto en la fe y nunca han permanecido, siempre olvidados por la historia, pero siempre en casa en su camino, que se les ha abierto como la puerta de la eternidad.
Hay un abismo que no puede cruzarse sino por la fe, y el despertar de la fe es aquello con lo que todos los ministros, laicos o clericales, están comprometidos. Cualquier otro trabajo consiste en vaciar el yo para ser un siervo apropiado. Pues debemos usar el conducto más claro y el instrumento más puro para ofrecer el contacto más puro y así prestar el servicio que humildemente vinimos a ofrecerles, y por el cual estamos tan agradecidos.
Hemos estado tan, tan felices, tan bendecidos por su llamado y por su hermosa compañía. Les ofrecemos el gozo de la comunión en el amor y en la unidad, y esperamos que puedan salir adelante con alegría, brillando como el sol, listos para mirar con humor y ligereza, e invocar siempre la alegría en toda ocasión, mientras avanzan por lo que de otro modo sería un territorio bastante accidentado. Esta es la tercera densidad, la densidad de la elección. ¿Han hecho su elección, y habiéndola hecho, son testigos de su propia verdad? No preguntamos esto solo a los canales vocales, a quienes se ha dedicado este mensaje, sino a todos, pues todos canalizan algo, como este instrumento ha dicho a menudo. Somos los de Q’uo. Ahora dejamos a este instrumento en amor y en luz. Adonai.