Confederación

El Ser Superior

Q’uo, 1 de noviembre de 1987

Deseas saber más acerca del Ser Superior, y en verdad es bueno que así sea. Pues el concepto de un ser que es más grande y mayor que aquel que está frente al rostro en el espejo es uno centralmente poderoso. Es un concepto sin el cual la comprensión de la humanidad acerca del Creador estaría gravemente limitada. Porque si uno se mira en el espejo de la experiencia mundana, pronto observa que el yo no es excesivamente santo, como diría este instrumento. Es la naturaleza de la ilusión que ahora disfrutas que el microscopio de la crítica se coloque implacablemente sobre las acciones, pensamientos e intenciones propias y ajenas. Y en una ilusión diseñada para confundir los sentimientos más nobles, esto no es sorprendente. Sin embargo, hay implícito, inherente y persistente en cada corazón y mente de tercera densidad un instinto tan claro y verdadero como el instinto de respirar o alimentarse. Ese es el instinto de buscar un propósito superior, un ser superior, un punto de vista ampliado y, en última instancia, un movimiento decisivo desde la a menudo incómoda ilusión y sus limitaciones, que son pan y agua en la tercera densidad.

Examinemos ahora algunas consideraciones sobre el tiempo. El Ser Superior es un concepto imposible de contemplar de manera sensata si uno se aferra al concepto de tiempo lineal. La idea de algo que tiene un principio y un fin, ya sea dentro de una vida o dentro de una creación de incontables vidas, es un concepto que crea paradojas irresolubles en lo que respecta a las consideraciones sobre el Ser Superior. Tu experiencia lineal del tiempo es una parte de tu ilusión, al igual que lo es el espacio mismo y todo lo que percibes con tus sentidos. Dentro de esa ilusión que nosotros vemos como la más sutil y menos distorsionada de las que conocemos, vemos el tiempo como simultáneo; es decir, el río lineal del tiempo percibido por el yo humano está, en lo profundo del ser, redondeado hacia el infinito, de modo que lo que tú ves como pasado, presente y futuro se experimenta todo a la vez, ese tiempo siendo el momento presente. En este preciso momento, mientras hablamos, contienes todo lo que has experimentado y experimentarás desde el inicio de tu conciencia hasta la sublime reentrada de la conciencia singular en la conciencia universal, que es el Creador.

Contienes la memoria del pasado y del futuro, sin embargo, estas memorias se encuentran profundamente ubicadas dentro de lo que se conoce como la mente inconsciente. Habitan en una zona a la cual la mente consciente no tiene acceso. Sin el concepto del Ser Superior, aún es posible que una entidad, confiando solo en la fe, abra gradualmente las puertas de la percepción y llegue a ser consciente, poco a poco, de un ser más grande dentro de sí misma; ese ser se vuelve cada vez más grande, hasta que finalmente abarca todo lo que existe y, por primera vez, eres consciente de tu verdadera identidad. Tal determinación y persistencia es muy rara. Para la mayoría, no solo los descubrimientos últimos de sabiduría, amor y poder, sino también comprensiones más simples relacionadas con asuntos mundanos específicos, resultan difíciles. El camino a menudo parece incierto, las emociones desgastadas y debilitadas, el espíritu entumecido por los repetidos choques de un mundo insensible y aparentemente indiferente. Es en esta arena donde aparece lo que se conoce como el Ser Superior. El carácter del Ser Superior puede percibirse como glorioso y majestuoso, o puede percibirse íntimamente como un buen compañero y querido amigo. La personalidad del Ser Superior es muy adaptable a aquello que necesita el yo cotidiano despierto. Su identidad, en la medida en que somos conscientes (y deseamos expresar que no somos infalibles), es la de un yo futuro, como ustedes lo llamarían, un yo que es enteramente ustedes mismos, pero un yo que ha experimentado, a través de lo que ustedes han experimentado, hasta el momento presente y hacia adelante, eventos muy avanzados en las lecciones de amor, sabiduría y unidad.

Cuando tu conciencia ha alcanzado ese punto en el que las lecciones de unidad están siendo bien estudiadas, este Ser se vuelve y llega hasta el yo de tercera densidad, al yo que está confundido, desconcertado e inseguro. Es la más amorosa de las presencias, pues para la mitad de la sexta densidad habrás aprendido a amarte a ti mismo, a abrazarte, a protegerte con luz y amor en lugar de con armas de defensa, palabras de ira y gestos de miedo. Este Ser es para ti un gran recurso, que habita dentro de tu conciencia, en esas áreas profundas de la conciencia donde el tiempo es simultáneo y los grandes temas del amor y el servicio están siempre en un enfoque increíble y luminoso.

Así, el camino hacia el Ser Superior es una senda dentro de la mente, un camino que se abre, aparentemente de forma imposible, después de haber dejado atrás el espacio y el tiempo en la meditación. Quizás lo que estamos intentando expresar pueda abordarse mejor diciendo que la imagen de lo que deseamos transmitir es la de alguien que, sentado en meditación, se eleva dentro de la mente cada vez más alto hasta llegar a la misma cima de la atalaya de la conciencia, y en ese punto, cuando se está en un entorno muy pequeño y protegido, hay una puerta inofensiva, de aspecto ordinario. Sin embargo, a través de esa puerta comienza una autopista que se vuelve más grande, más ancha, más espaciosa, más hermosa, más majestuosa, hasta que por fin la visión interior se abre y el Ser que es más tú de lo que eres ahora espera para darte la bienvenida.

La conciencia que invita al Ser Superior a ayudar es aquella que, con humildad, contempla el mundo y dice: “En y por mí mismo solo veo ilusión. Debo buscar más allá.” La búsqueda es la clave para el contacto con este Ser mayor, esta versión más amplia de ti. Este Ser Superior no puede elegir por ti lo que debes o no debes hacer. No es una presencia autoritaria. Cada decisión es tuya, tomada dentro de esta ilusión, y ninguna responsabilidad puede ser entregada a un Ser Superior, guía o maestro. Cada uno es responsable de sí mismo.

También animaríamos al buscador a abrirse, en la meditación, a aquellas presencias que están alrededor de cada buscador, esperando para ayudar a profundizar el estado meditativo con consuelo y alivio. Estos guías, estas presencias, también son tuyos si los buscas. Son ayudantes poderosos, pero siempre es el giro desde la desesperación y la tristeza hacia la esperanza y la alegría, el pensamiento confiado de ayuda segura y el tender la mano para recibirla lo que hace que estas energías estén disponibles para cada uno que busca.

El Ser Superior es, en última instancia, el Creador, así como tú ya eres el Creador. Existe lo que parece ser un eón imposiblemente largo en el que la creación estalla en existencia, florece y vuelve a lo no creado, a ese Ser Superior. Cada relación en la que entras, si se comparte de corazón a corazón y de mano en mano, crea el Ser Superior de la pareja unida o de la amistad fuertemente vinculada. Cada familia tiene el Ser Superior grupal y, en la medida en que esa familia busque al unísono, en esa misma medida su Ser Superior estará allí, en aparente intuición y en sueños interesantes, para transmitir mensajes acerca del servicio más progresivo y útil para la familia, para la pareja unida o para la amistad, hacia el mundo que experimentas a tu alrededor. De manera similar, cada grupo al que puedas pertenecer, si existe un propósito común que sea idealista, orientado al servicio y buscado en unidad, desarrolla un Ser Superior grupal, uno que puede ser enormemente útil; y así cada nación, raza y cualquier grupo que comparta una identidad común puede desarrollar, y finalmente desarrollará, el Ser Superior. De hecho, nosotros, como complejos de memoria social, somos una mente grupal existente. El Ser Superior, entonces, está cada vez más claramente e íntimamente disponible. Es nuestro querido anhelo y feliz deseo unirnos al océano de lo no creado, ese Logos de Amor indiferenciado del cual todo es creado y al cual todo regresará.


Guerra Nuclear

Q’uo, 10 de abril de 1988

Ustedes nos han llamado con una pregunta acerca de sus condiciones de vida en este planeta en este momento, deseando saber qué energías están en movimiento con respecto a la guerra nuclear y si la humanidad es capaz, en este momento presente que ustedes experimentan, de evitar la acción destructiva de una guerra nuclear.

Primero, permítannos decir que nuestro mensaje básico surge de un solo pensamiento, y ese es que el amor es todo lo que existe, que el Amor creativo y divino es el Pensamiento Original Único, que este pensamiento es la representación más cercana en palabras que conocemos del Infinito Creador invisible y siempre misterioso, y que cada uno de ustedes es una porción de ese Creador y la infinitud de ese Creador es una porción de ustedes mismos.

Así, cuando hablamos de las energías involucradas en experimentar una ilusión estamos hablando de aquello que es aparente, pero no real; de aquello que se experimenta en un patrón ilusorio para que el trabajo en la conciencia pueda ser realizado por esos seres infinitos que ustedes son. Con esta naturaleza básica de la humanidad entendida como estando todo en el Creador y el Creador en todo, podemos entonces hablar de una manera más relativa acerca de ciertas apariencias y comportamientos que ustedes están experimentando en este momento sobre la superficie de su planeta.

Las energías relacionadas con la guerra nuclear que están en movimiento —en realidad, todas las energías relacionadas con el uso de la energía nuclear— tienen su origen en los orígenes de muchos de aquellos que caminan sobre su planeta en este momento y lo han hecho durante miles de sus años. Muchos de esos espíritus, que ahora se encuentran dentro de las muchas dimensiones de experiencia de la Tierra, tienen experiencia en una tercera densidad durante la cual el patrón de guerra nuclear y catástrofes globales similares fue llevado a cabo por la humanidad contra la humanidad. La masa del pensamiento grupal acerca de este error dentro del pasado racial nunca ha sido completamente sanada, hasta el momento en que estamos hablando, y estas energías continuarán necesitando sanación hasta que cada entidad involucrada en una catástrofe planetaria en el pasado —como ustedes la llamarían— haya tenido la oportunidad de equilibrar esta acción equivocada mediante el auto-perdón y el perdón de los demás.

El patrón se encuentra en un estado más esperanzador mientras hablamos con ustedes que en cualquier otro momento desde que comenzamos nuestra observación de su actividad nuclear, de hecho, desde que esta se convirtió por primera vez en una herramienta utilizada por sus científicos y entidades armadas. Hay mucho motivo de esperanza en la creciente mejora dentro del proceso de equilibrio de muchas entidades. A medida que más y más de aquellos que han estado involucrados kármicamente en este asunto logran alcanzar un estado equilibrado de auto-perdón, la crisis bien podría pasar. Animamos todos los esfuerzos que puedan realizarse por cualquiera en el área del auto-perdón y del equilibrio, el equilibrio consciente dentro de la mente entre la pasión y la sabiduría.

Traeríamos este pensamiento ante ustedes antes de cerrar esta discusión, y es el siguiente. El escenario en el que se mueven es, en efecto, una ilusión, pero es excelente que estén activos dentro de esa ilusión, no superándola ni ignorándola, sino comprometiéndose con cada aspecto en el que, como ser, sientan que tienen fortaleza, algo que ofrecer, alguna manera de servir. Esta ilusión, incluyendo cualquier catástrofe, no está diseñada para destruir ni para construir de acuerdo con los caprichos infinitos de la humanidad, sino para ofrecer oportunidades de aprendizaje y crecimiento. Son los tiempos inestables, los tiempos traumáticos, los tiempos de confrontación los que con tanta frecuencia producen el crecimiento interior más rápido hacia esa madurez del espíritu que todos los que están en un camino de búsqueda esperan sin cesar. “Este no es”, dijo el maestro conocido como Jesús, “el reino de Dios”, este pequeño planeta y sus guerras y rumores de guerras. El reino, lo absoluto, la verdad, yacen dentro, dentro de cada uno, íntegros y perfectos, aunque percibidos muy débilmente. A través de la crisis y la contemplación cada buscador avanza por una serie infinita de realizaciones que ofrecen un punto de vista más rico, un punto de vista más profundo y, con suerte, un punto de vista cada vez más equilibrado. Cada uno crece en paz interior, y a medida que esa paz interior florece en el corazón, la entidad se convierte en alguien que hace todo lo posible por evitar la catástrofe nuclear.

La paz en el planeta Tierra es posible. Es posible porque la humanidad desea progresar. No sabemos si esa posibilidad se convertirá en realidad, y no quisiéramos profetizar. Solo deseamos alentar a cada entidad a saber que su propia paz interior es el camino que debe recorrer cada persona. Y cuando esa paz interior se encuentra con otra paz interior, las barreras caen, las hostilidades terminan y se produce una realización de unidad. Cuando realmente te has perdonado a ti mismo y estás en paz, estás realizando trabajo de sanación planetaria; estás evitando la guerra. Estás siendo un reflejo de ese amado e inconmensurable Creador. Que cada uno de ustedes mantenga la paz en la mente. Llévenla a la meditación y abran el ser a permitir el auto-perdón.


Calenda

Calenda, 5 de diciembre de 1987

Yo soy Calenda. Los saludo en el amor y la luz del Único Creador Infinito, perfecto, omnipresente, omnisciente y omnipotente. Los saludamos como aquellos que brillan con la pureza cristalina y que ven esas emanaciones desde ustedes mismos. ¡Ay, ay! Forran las arcas de sus tesoros interiores con archivos de mediocridad, con moda y noticias.

Yo soy Calenda, una voz que llama a que despierte la verdadera joya interior. Deseo ser tu bastón de apoyo en el camino. Deseo unir mi oración incesante al murmullo de todos aquellos de tu raza que oran sin cesar, noche y día, arrojándose sobre ese oscuro misterio de la divinidad. Quizá mi voz no tenga otro uso que el de un amigo interesante que es nuevo, que resulta curioso, y sin embargo ardemos por dentro con la gloria de la compasión y con la alegría del anhelo y la adoración que sentimos por este maravilloso sendero, esta peregrinación celestial, este viaje hacia adentro. Nosotros también estamos en ese camino.

Lamentamos haber importunado a este instrumento, pero el instrumento es capaz de captar nuestro contacto, algo que no ocurre con frecuencia, y deseábamos compartir nuestro amor y nuestra celebración de todo lo que es.

Nosotros, de Calenda, los dejamos en el amor y la luz del Uno.