Confederación

23 de Febrero de 1974 A

Yo soy Hatonn. Los saludo, mis amigos, en el amor y en la luz de nuestro infinito Creador. Es un gran privilegio poder hablar con ustedes una vez más. Nosotros, de la Confederación de Planetas al Servicio del Infinito Creador, siempre nos sentimos muy privilegiados de poder hablar con aquellos, el pueblo de la Tierra, que lo desea…

Como decía, nosotros, de la Confederación de Planetas al Servicio del Infinito Creador, siempre nos sentimos muy privilegiados de hablar con aquellos, el pueblo de la Tierra, que desean nuestros servicios.

Esta noche me gustaría contarles una historia. Creo que es una historia interesante, pues tiene varios aspectos. Había una vez un hombre que habitaba en este planeta y que poseía tal riqueza que creía tener una gran seguridad, ya que con su riqueza podía hacer o mandar hacer lo que deseara.

Continuaré. Estoy teniendo algunas dificultades. Condicionaré al instrumento.

Como decía, había un hombre que vivía en este planeta que poseía tal riqueza, y en esa riqueza veía gran seguridad. Pero esta riqueza que él tenía no era una riqueza que ustedes hoy interpretarían como tal, pues la riqueza de este hombre era una riqueza de conocimiento, y en esa riqueza de conocimiento veía gran seguridad, porque el conocimiento que tenía era el conocimiento de la verdad. Y en esa verdad había conocimiento de seguridad. Pues, mis amigos, en el conocimiento de la verdad se encuentra la única seguridad.

Hoy, en su planeta, la seguridad es buscada por sus pueblos. Buscan la riqueza como seguridad, y sin embargo no la tienen, porque no saben lo que es la verdadera riqueza. Hoy la riqueza es concebida en su sentido material por la mayoría de la gente de su planeta. Solo unos pocos comprenden la verdadera riqueza. Nosotros estamos intentando darles la verdadera riqueza y la verdadera seguridad. La riqueza que estamos intentando darles no puede serles arrebatada. Aun cuando dejen su cuerpo físico en la muerte, es una riqueza que pueden llevar consigo. Es una seguridad que abarca toda la Creación, porque en este conocimiento y en esta riqueza ustedes vuelven a estar en total armonía con todo lo que existe. Y, por lo tanto, poseen todo lo que existe, y esa es la riqueza suprema.

Se ha dicho que no deben pensar en lo que ha de venir mañana, sino que deben existir para un servicio en el presente y no preocuparse por lo que llegará a ustedes en el futuro. Esto es verdad, mis amigos, pues todo les ha sido provisto. No es comprendido, por ahora, por sus pueblos, pero es imposible crear una seguridad actuando de tal manera que se acumule riqueza material. Esa seguridad no existe. Existe solo dentro de la ilusión que ahora disfrutan.

Es muy difícil para un pueblo como el de ustedes, que ha sido condicionado a pensar estrictamente dentro de los límites de su presente ilusión, liberarse de esos pensamientos y existir en la verdadera creación. Si esto se logra, no hay necesidad de acumular riqueza en ningún sentido, pues no hay nada que acumular. Entonces poseen todo lo que existe, porque son parte de ello y ello es parte de ustedes.

Es muy difícil para un individuo que vive en su sociedad darse cuenta de esto, pues todos los pensamientos que se le imponen, o los de quienes lo rodean, le indican que lo que les digo es erróneo y que, para sobrevivir y mantener su lugar legítimo dentro de la sociedad, debe acumular riqueza. Debe planear para cada día del futuro, con el fin de continuar en los entornos que él mismo diseña para sí.

Mis amigos, los entornos en los que existen no fueron diseñados por ninguno de nosotros. Fueron diseñados por el Creador. El alimento que comen fue diseñado por el Creador. El sol que les da la luz y el calor que los sostiene fue diseñado por el Creador. Todo les fue provisto. El hombre en la Tierra se ha desviado hacia la oscuridad y ha construido una ilusión que lo hace pensar que es necesario luchar contra problemas que considera una parte natural de la Creación. Los problemas contra los que lucha no son una parte natural de la Creación. Estos problemas que crea en su lucha, como quien se enreda en una maraña de espinos, se enreda aún más al forcejear. Así también el hombre en la Tierra queda atrapado en sus propias manifestaciones. En su falta de comprensión de la verdadera fuente de provisión de aquello que sostiene su vida —no solo en lo físico, tal como lo aprecia ahora, sino a través de todos los demás estratos de existencia—, él es sostenido y preservado en todas las instancias por una sola fuente: el Creador.

Y, sin embargo, el hombre en la Tierra continúa luchando, continúa enredándose cada vez más y más en la red de su ilusión, confundiendo sus pensamientos y creyendo sinceramente que el Creador no le proveerá lo que necesita. Y esta creencia se genera hasta tal punto que la ilusión le sugiere que las provisiones no están disponibles. Y no las encuentra y, por lo tanto, sufre. Pero ¿quién ha sido creado para sufrir? Él mismo lo ha creado en su falta de comprensión, y esto no es necesario, mis amigos.

Nosotros, de la Confederación de Planetas al Servicio del Infinito Creador, no carecemos de nada; no luchamos contra aquello que nos fue dado libremente. Lo aceptamos, porque es parte de la creación y es nuestro, pues toda la Creación es nuestra, ya que somos parte de ese todo.

Es imposible sostener la vida física en este planeta sin asimilar los alimentos que se les proveen. Esto es lo que creen los pueblos de su planeta. Mis amigos, no hay carencia de nada en esta creación. Hay abundante provisión en todo momento y en todo lugar. Solo es necesario que esto sea comprendido. Soy consciente de que es difícil comprender la verdad de lo que intento decirles en este momento, pues dentro de su ilusión el concepto de provisión está extraordinariamente distorsionado en comparación con lo que nosotros entendemos. Consideren a las aves y animales que existen en lo que ustedes consideran un estado salvaje. El Creador les ha provisto lo que necesitan. Desafortunadamente, en este planeta existen ciertas carencias de conciencia que se extienden incluso a la vida animal, lo cual es provocado por el estado general de ignorancia que impregna el pensamiento de una gran parte de la población.

No deseo parecer crítico al afirmar que prevalece una condición de ignorancia. Sin embargo, es la manera más precisa de expresar la comprensión de quienes habitan en este planeta. No son conscientes de su verdadera posición y de su verdadero ser en este universo. Tomar conciencia de esto es todo lo que se necesita para que un individuo funcione tal como fue concebido. Toda la provisión para el sustento —lo que ustedes entienden como la vida física en su planeta— es provista por una sola fuente. Esa fuente es el Creador. Si esto no fuera provisto por el Creador, entonces ustedes no existirían en forma física. No es posible existir en la forma física tal como ahora la perciben, a menos que todas estas cosas les sean provistas. Si todas estas cosas les son provistas, ¿cómo es posible dudar del propósito del Proveedor?

Los hombres de ciencia de su planeta, atados al estado de ignorancia del que hablé, han interpretado que la fuente o las provisiones que los sostienen ocurren como una función del azar. Consideramos que esto es de una ignorancia inusual. Les sugerimos que dediquen tiempo a considerar cómo sus seres físicos son sostenidos por esos alimentos y demás necesidades que les son dadas. El hombre en la Tierra ha creado una ilusión muy compleja con respecto a su concepto de sustento de su cuerpo físico. Ha creado una ilusión muy compleja con respecto a su interpretación de su concepto de seguridad. Ninguna de estas ilusiones es siquiera remotamente correcta. La verdad de su sustento está, como todas las verdades, relacionada con una sola fuente. Por esta razón, se ha dicho que no es necesario pensar en el futuro. Vivir en el presente y servir al Creador de cualquier manera que encuentren oportuna; esta es su razón de existencia: servir. Pues esta es la razón de existencia del Creador: servir.

Mis amigos, cada uno de ustedes es parte del Creador. Comprendan este principio y ya no estarán cargados con la ilusión que les ha sido transmitida por sus semejantes, que han permanecido durante mucho tiempo en un estado de ignorancia. ¿Por qué habrían de aprender lecciones de aquellos que no saben nada, que saben menos que nada, pues han construido una compleja ilusión que no está siquiera remotamente relacionada con la verdad? Esto crea muchos problemas y dificultades para quienes la aceptan. Les sugerimos que la rechacen en todas sus formas y regresen a la comprensión de su verdadero ser que tienen dentro de ustedes. Tomen conciencia de su posición en este universo. Tomen conciencia de su unidad con la creación, y luego salgan y sirvan a su prójimo, pues de esta manera crean esa condición que el Creador deseó y, de este modo, pueden funcionar en exacta armonía con el Pensamiento original.

Cuando esto ocurre, toda la ilusión carece de sentido. Pues entonces ustedes son su propio creador, y todo lo que deseen es suyo. Porque, mis amigos, los deseos que tienen en ese estado de comprensión son muy diferentes de los deseos que existen dentro de la ilusión. Así que déjenlos, si lo desean, pues son deseos que les han sido dados por aquellos que son bastante ignorantes. Y, mis amigos, su ignorancia no es más culpa de ellos que lo es de ustedes. Es simplemente una ignorancia debida a una falta de educación.

Nosotros, de la Confederación de Planetas al Servicio del Infinito Creador, estamos aquí para remediar esta falta de educación. Continuaremos intentando hablarles sobre muchos temas hasta que hayamos cumplido un servicio. Este servicio debe ser deseado por aquellos a quienes lo damos. Si no es deseado, entonces no podemos servirles, porque este es nuestro entendimiento de la verdad.

Dejaré este instrumento en este momento. Es mi sincero deseo haberles sido de servicio al hablarles esta noche sobre nuestro entendimiento de la verdad. Dejaré este instrumento en este momento. Es mi sincero deseo haberles sido de servicio al hablarles esta noche sobre nuestro entendimiento del concepto de provisión y del concepto del estado de ser del individuo con respecto al resto de la creación. Yo soy Hatonn. Adonai vasu.